IMAGEN QUE CAUTIVA

Xalapa, Veracruz.- El pasado día 31 de diciembre tuve el honor de asistir, invitado por el Gobernador Javier Duarte, a la toma de protesta de algunos de los nuevos alcaldes que han iniciado su gestión el primer día de este 2011; pude observar, en cada evento, la importancia capital que el Ejecutivo Veracruzano otorga a las Fuerzas Armadas en su proyecto de gobierno.

En todos sus mensajes queda claro el respeto y consideración que expresa por nuestro Ejército y por nuestra Armada, quienes han tenido un papel fundamental en la vida y en la historia de la nación, pero especialmente en los años recientes, cuando el Estado Mexicano libra una batalla crucial contra la delincuencia organizada para definir el futuro de México.

Esto, además de ser un justo reconocimiento, fortalece en la conciencia de la sociedad veracruzana la relevancia vital que tienen nuestras fuerzas armadas en esta lucha que está desgarrando al país, sobre todo porque son ellos, nuestros heroicos soldados y marinos, quienes enfrentan a los enemigos de la nación y quienes muchas veces han tenido que sufrir represalias en contra de su propia familia, que es lo más preciado que tiene cualquier ser humano.

El mensaje de Javier Duarte expresa también una concepción inteligente y ética de la tarea de gobernar, porque reiterar el reconocimiento a estos héroes de nuestra época –muchos de ellos anónimos- inspira en nuestra comunidad el fortalecimiento del respeto por su trabajo y su sacrificio, y hace frente a los injustos ataques que reciben al desplegar su actividad con infames argumentos que sólo mencionan fallas, pero nunca consideran la enorme aportación a la pervivencia de México como nación soberana.

Pero quizá lo más importante en términos de Política de Estado es la visión que la actitud del mandatario veracruzano transmite: en el México y el Veracruz de hoy las fuerzas armadas son el pilar no sólo de su existencia, sino del propio desarrollo, porque cualquier proyecto en este sentido tiene como elemento indispensable la paz social que es factor esencial de la estabilidad y el crecimiento económico, y esto sólo será posible de manera sustentable, si logramos ganar esta lucha contra quienes quisieran un país dominado por la delincuencia y el caos social, con la supina ignorancia de que esa idea de país que pretenden implicaría la propia destrucción de sus personas, sus bienes y sus familias.

Por eso, hoy que iniciamos un nuevo año y renovamos nuestros propósitos otorgar reconocimiento y brindar homenaje a nuestra fuerzas armadas tiene una relevancia muy especial, sobre todo si se considera que parecería normal que, en lugar de que cada soldado y cada marino esté con su familia celebrando la Navidad, tenga que permanecer acuartelado o en algún frente de batalla por la estupidez de los delincuentes que viven en el delirio de poder efímero y de grandeza perversa, envilecida, hasta que el destino les cobra con su propia vida o la de sus seres queridos su insensatez y su maldad.

Me sumo desde este modesto espacio al justo y merecido homenaje que Javier Duarte hace a nuestras heroicas fuerzas armadas y, como veracruzano me congratulo sinceramente por su visión de gobierno, que deja claro que la seguridad de los veracruzanos es el eje fundamental de su proyecto, una respuesta a la más sentida demanda de nuestra sociedad y la base de Veracruz como Estado Próspero.

Felicidades a todos nuestros amigos lectores. Que este año que inicia sea pleno de salud, así como de realizaciones personales y profesionales. Especialmente, deseo que un día de este año, podamos despertar con la noticia de que esta guerra sin sentido terminó, y que hemos recuperado las calles para que nuestra familia pueda caminar tranquilamente, sin amenazas ni sobresaltos, y nuestros niños puedan volver a jugar en este México que debe volver a ser ejemplo de paz social y tranquilidad pública para todo el mundo.